Circuito Aventura MonegrosTT
Muel (Zaragoza)


Marruecos 2023 Crónica escrita por nuestra amiga Menchu

 

Al fin llegó el día... ¡Esta familia tan aventurera con la ayuda de Aventura Monegros TT pone rumbo a Marruecos!

Después, de más de 1000 KM, llegamos Algeciras para encontrarnos con José Manuel, nuestro guía de viaje y su mujer Marta. A partir de ahora tomaremos conciencia sobre algo que nos han dicho varios marroquíes a lo largo del recorrido: "la prisa mata".
Tras más de tres horas de espera en el muelle, chute de biodramina a los peques y algún adulto propenso a mareos, al fin, subimos al Ferry rumbo a Tánger.
Desembarcamos y nos ponemos manos a la obra para culminar los preparativos para dar comienzo a nuestra ruta por estos lares: cambio de Euros a Dírham en el propio puerto, comprar tarjeta de teléfono y repostar combustible en la primera gasolinera que nos encontremos.

La etapa de hoy es corta, 60 km de carretera hasta nuestro destino Assilah.
Llegamos al Hotel Al Alba elegido por Jose Manuel y nos quedamos sorprendidos: Alojamiento pequeño, familiar y cuidado al más mínimo detalle. Aquí, probaremos por primera vez el té e iremos aprendiendo nuestras primeras palabras en árabe, shukran (gracias).
Antes de acostarnos y cargar pilas, nos damos una vuelta por la Medina, compramos nuestros primeros souvenirs y culminamos la noche cenando en Casa García a todo lujo.



Al día siguiente, el despertador suena pronto, son las 6:00 a.m., toca madrugar, nos esperan más de 500 km hasta Midelt.
El paisaje, la gente va cambiando, ya no estamos en España. Aquí, comenzaremos a ver el auténtico Marruecos. Pobreza, nómadas que viven en condiciones muy precarias.
A lo largo del viaje entre todos aportaremos nuestro granito de arena, entregamos calzado, ropa, bolígrafos...
La primera parada del día es en Volubilis, ruinas de una antigua ciudad romana. Por muy pocos Dírham un autóctono de la zona nos hace de guía. Nos vamos de aquí con muy buenas impresiones.


Siguiente parada Azrou, bosque de cedros y monos. La parada es corta, pero no nos vamos sin dar de comer algún mono. Una atracción turística ideal para niños, aunque un poco agobiante por el acoso de los vendedores de comida para los animales.


Llegamos a Midelt de noche y nos damos cuenta tal y como nos había avisado José Manuel: conducir de noche por Marruecos no es recomendable... te cruzas con motos sin luces, peatones sin ningún tipo de indicativo reflectante, cabras... la verdad, bastante caótico.

Al fin, llegamos sin incidentes a nuestro hotel situado en un alto. Mañana nos espera un bonito amanecer...


En nuestro 4° día, nos esperan bastantes kilómetros de offroad. Por el Circo de Jaffar hemos disfrutado como unos niños, hemos cruzado ríos secos, pasos estrechos...





















Una vez pisada de nuevo la carretera no nos libramos de ser cazados por los guardias en los numerosos controles de velocidad que nos encontraremos a lo largo del viaje. Con un poco de gracia y negociación conseguimos una buena rebaja en la multa.


Llegamos en hora a Erfoud, y decidimos hacer algo más de offroad, está vez por arena. No tardamos en quedarnos atascados, la "compresa con alas", nombre con el que hemos bautizado a la Ford Raptor de José y Chary, le toca bajar presiones a 1,2 bares y así poder salir.


Reanudamos la marcha y ponemos rumbo a dos de los tres monumentos del alemán: La Escalera Celeste y la Ciudad de Orión. Nos vamos de aquí con unas bonitas fotos del atardecer.



De regreso al hotel pasamos por el mercado, en nuestras retinas se nos quedarán grabados los numerosos puestos de carne, encurtidos, especias....  culminamos este precioso día cenando un buen Tajín en el gran comedor del hotel Chergui.
Al día siguiente, ponemos rumbo a Merzouga. La primera parada la hacemos en Gara Meduar, desde lo alto del acantilado, nos quedamos maravillados del inmenso valle que tenemos a nuestros pies. No nos vamos sin sacar unas cuantas fotos y comprar algo a los Bereber que rondan por ahí.


El offroad sigue, llegamos a un camino que a la vista parece no tiene fin. E incluso nos hace pensar es un mar seco... Aquí, las 2 Ford pisarán a fondo el acelerador y la "compresa con alas" vuela.
Al fin, llegamos al desierto de Merzouga, a lo lejos divisamos la gran duna... se ve inmensa.
Esta noche dormimos en Jaimas (tiendas tradicionales nómadas) para llegar hasta ellas, nos ayudarán a cruzar el mar de dunas un par de jóvenes nativos que iban montados en unas Toyotas. Nos dejamos llevar, bajamos presiones a 0,8 bares y dimos gas a fondo.


Llegamos al alojamiento en perfectas condiciones y con la adrenalina a tope.
Hemos vivido el alojamiento en las Jaimas como una gran experiencia. Los peques se divirtieron jugando con la arena y los mayores antes de cenar y dar paso a un nuevo día, junto a la hoguera, en el exterior disfrutamos del cielo estrellado.


Hoy, 6 de diciembre, nos toca conducir por arena. Jose Manuel, nos llevará a unas dunas, en Erg Chebi, más pequeñas. Donde pondremos a prueba nuestra conducción.
Para llegar a ellas, pisamos a fondo por la pista que discurre por el cauce de un río de arena, disfrutamos a lo grande por las numerosas curvas y rectas que nos fuimos encontrando a lo largo del recorrido.



En varios tramos, nos tuvimos que echar a un lado para dejar paso a los vehículos 4x4 que disputaban la Maroc Challenge.
El día muy completo de offroad, la Ford Ranger de la familia Hortelano de Izco no ha tenido que tirar de pala y llegamos con muy buena cara a Zagora.
Antes de llegar al hotel pasamos por una calle atiborrada de 4x4 esperando turno para ser atendidos en los talleres con más renombre de esta zona, trabajan de sol a sol y siempre con una sonrisa.
El alojamiento de esta noche se encontraba alejado de la calle principal, no tenía pinta de ser muy frecuentado por los turistas, ni el más idóneo para una noche romántica... pero conseguimos pasar una buena noche.
Nuevo día, ponemos rumbo a Ouarzazate, no sin antes hacer una parada obligada en los talleres mecánicos Garage Sahara Zagora y Garage Iriki Zagora, hoy desatascado de clientes. Nos repartimos, Jose Manuel tiene muy buena relación con los dos mecánicos.
De aquí, nos vamos con un buen soplado de filtros, una buena taza de té y con pegatinas en los coches incluidos.


En esta ruta que nos aguarda nos daremos cuenta "el peso mata" y para los próximos viajes que hagamos por estas tierras haremos todo lo posible por venir con lo realmente imprescindible. La Ford Ranger va pasada de peso y se nota... pero terminamos en Ouarzazate con todos los vehículos en perfectas condiciones.



Al día siguiente, antes de salir rumbo a una de las ciudades más famosas de Marruecos, Marrakech, paramos en alguno de los escenarios de cine que hay en Ouarzazate.


De nuevo en carretera, hacemos un alto en la ruta para visitar a pie Kasbah Ait Ben Haddou. Nos quedamos maravillados, es un lugar bastante turístico, pero no hay que pasarlo de largo. Disfrutamos paseando por sus calles y comprando algún que otro detalle.


Llegamos a muy buena hora a Marrakech, somos muy valientes y por unanimidad decidimos dejar nuestras vidas en manos de un taxista para que nos acercará a la plaza Yamaa el Fna. No hace falta ir a un parque de atracciones, un viaje en taxi en esta ciudad te da el aporte de adrenalina necesario que te pueda aportar la montaña rusa más rápida del mundo.
La plaza es inmensa, la vemos abarrotada. Nos arrimamos a los numerosos corros de gente que vemos allí, nos topamos con encantadores de serpientes, jóvenes cantando, bailando... infinidad de puestos de comida. Nos adentramos en las calles colindantes para comprar algún souvenir después de comprar unos buenos zumos recién exprimidos.


Al día siguiente, tomamos rumbo a Essaouira. Ya no tendremos más rutas por caminos, por ello paramos en la primera gasolinera que vemos con zona de lavado. Por apenas 30 dírham por coche, nos hacen una limpieza de los vehículos que a más de uno ya le gustaría le hicieran en España.

Se nota nos acercamos a la costa, se empiezan a ver gaviotas, entramos en Essaouira.
Jose Manuel nos lo había recomendado y pronto veremos qué ha merecido la pena alargar el viaje 1 día más.
Paseamos por la zona del mercado, nos perdemos por ese entramado de calles disfrutando de las tiendas, puestos, la gente. Se nos pasa el tiempo hasta la hora de la cena sin darnos cuenta.


Para terminar el día, nos dirigimos al puerto para cenar pescado fresco a la brasa.


Penúltimo día, nos encontramos en la recta final del viaje. Vamos acortando distancia hacia Tánger, dormiremos en Rabat.
De camino a esta gran ciudad, pasaremos por varios pueblos cada cual más interesante. En uno de ellos veremos en vivo y en directo una demolición de un edificio. En España los inspectores se quedarían asustados por las medidas de seguridad.


Llegamos a muy buena hora a Rabat. Nos da tiempo a un baño en la playa, paseo por la zona amurallada y cenar tranquilamente en una buena terraza.

La aventura llega a su fin, últimas horas en Marruecos... madrugamos y vamos directos al puerto para embarcar y dar por concluido este fantástico viaje.

Cruzamos el estrecho antes de lo esperado y ahora sí toca despedirse. Nos quedará grabado en nuestra memoria por siempre.


Muchas gracias Marta, gracias a ese teléfono tuyo tan maravilloso hemos podido completar nuestro álbum fotográfico. Además, eres una excelente copilota. Los peques y nosotros hemos disfrutado enormemente contigo.
Y a ti, Jose Manuel lo mismo. Gracias a tu experiencia por aquí, hemos podido tomar contacto de esta fabulosa tierra. No sé vosotros, pero nosotros ya estamos planeando volver el próximo año.
De corazón gracias. Hacéis un gran equipo Marta y José Manuel.